lunes, 2 de marzo de 2009

Solamente el tiempo de DIOS




Como muchos de ustedes sabrán, la semana pasada estuve cumpliendo años y para mi esa fecha siempre ha significa mucho, pues desde pequeña en mi hogar aprendimos a darle relevancia, a saber agradecerle a DIOS la oportunidad de sumar un año más, de ahí que soy de las personas que disfrutan celebrar su natalicio y recibir muchos abrazos y frases de cariño, incluso algunos de ustedes se vieron enmudecidos al reclamarles yo mi felicitación…jajaja.


Pero esa pequeña introducción no es más que el inicio de lo que quiero compartir con ustedes hoy, ¿por qué el titulo: “Solamente el tiempo de DIOS”?, será porque realmente en el es donde obtuve mi respuesta.



¿Cuál respuesta, dirán?, pues la respuesta de ¿cómo me siento hoy al sumar una año más de vida a mi historia?, una historia de 43 años, que como muchas ha tenido sus altos y bajos.



Pero luego de caminar de la mano de mi SEÑOR desde hace casi 4 años, he aprendido a darle las gracias por TODO, por lo bueno y lo no tan bueno, pues EL maneja un tiempo perfecto, un tiempo que muchas veces no entendemos o simplemente no estamos dispuestos a esperar.


No obstante muchos hemos escuchado decir, que el tiempo de EL no es nuestro tiempo y es justo ahí donde nos desesperamos, sufrimos, afanamos, buscamos salidas rápidas y no obtenemos respuestas, incluso algunos llegamos a creer que estamos solos, que DIOS se ha olvidado de nosotros o que simplemente nuestras oraciones no llegan a EL.



Pero luego de que hemos sido probados en el fuego, como el oro, llegamos a entender que fue su Misericordia la que en todo momento prevaleció, que fue su Manto de Sangre el que nos cubrió, que fue su Amor infinito el que nos llenó, que fue su plan perfecto el que nos moldeo.



Confieso que durante la prueba lloré mucho, llegue a sentir compasión de mi, la ira se apodero de todo mi ser, grite y reclame, y en medio de este mar de tribulaciones y pesar, hubo alguien que se atrevió a decirme que EL nunca me pondría una cruz que no soportaría, sin embargo caí con ese peso y estando en el suelo, imploré amor, compañía, busque donde no debía, jugué con lo que tenía , añoré una familia y hasta llegue a pensar que no había salida, ahora reconozco que todo era parte de su plan perfecto, ahora sé que su tiempo no era mi tiempo.



Por más que quise forzar las cosas, por más que quise yo sola ordenar mi vida y darle un nuevo rumbo, fue imposible. Pero algo en mi interior me hizo ceder y aceptar su voluntad, fue cuando conscientemente le entregue cuanta situación enfrentaba en ese momento, desde ahí se comenzó a manifestar con poder y me hizo una mujer nueva, porque EL nuestro DIOS, vivo, de ayer, de hoy y de siempre, es quien hace las cosas nuevas.



Ahora al autoevaluarme y preguntarme qué me hace falta?, elevo mi rostro al cielo y con una sonrisa en los labios, me respondo: NADA !!!, pues por la Misericordia y Amor de nuestro PADRE, SOY una mujer PLENA, que solamente el tiempo de DIOS logro transformar y todo lo que antes me faltó o perdí, mi PADRE ahora me lo dio.

2 comentarios:

  1. Jesucristo nos regaló un gran ejemplo de aceptación y humildad al pasar 40 días en el desierto para dar comienzo a una nueva etapa. También como hijos pasaremos muchas pruebas, lo importante es dejarnos llevar por EL. Gracias de nuevo por compartir su experiencia, que Dios la bendiga siempre.

    ResponderEliminar
  2. Bonita experiencia, gracias por este post y por su visita a Btpq

    ResponderEliminar